Martescito de recomendaciones: ponerle al menos unas vallitas al campo
+ oleada de robos de internet.
Yo tenía otro tema hoy, pero Pedro (mi actual marido y actual editor autoproclamado de esta newsletter) me sugiere que hable de una cosa que ocurre desde hace mucho pero que esta semana, en concreto, me ha ocurrido a mí.
Yo soy, por lo general, muy bien pensada. No soy una santa, en absoluto, pero soy más bien vaga para las movidas: prefiero pensar bien de la gente porque pensar mal supone que tenga que tomar cartas en el asunto, enfadarme, liarla… Qué pereza. También considero mejores y priorizo los restaurantes que tienen reservas online por lo mismo, porque en los otros el esfuerzo que me supone llamar no suele verse recompensado.
Volviendo a lo anterior, por lo general, me resulta más sencillo pensar, como me acaba de pasar, que ha sido sin querer o sin maldad: me refiero a la gente que copia descaradamente y no acredita a los demás. “Todos copiamos” me dice una amiga siempre. Sí, es verdad, pero no cuesta nada decir que se lo has visto a otro.
En concreto, me han ocurrido dos cosas: la primera, el otro día, cuando vi (porque me lo mandó mi amiga Porcel, buena periodista y aún mejor swiftie) un artículo en el que hablaban de las tiendas de huevos. Yo pienso que quizá es casualidad, en parte porque estoy de acuerdo con esto:
Sin embargo, mi entorno entero piensa que un tema tan absolutamente nicho solo puede venir inspirado por lo que escribí aquí hace unos meses. Si es así o no, no lo sé, porque nadie se toma la molestia en decir “lo leí ahí”. Es lo justo, lo más ético profesionalmente y, desde mi punto de vista, hasta le da una textura más interesante al artículo. Pero claro, ya nadie quiere buenos artículos sino arañar clics.
Porque sí, la culpa es de los clics, pero delante y detrás de cada uno de ellos hay personas que ya hemos perdido el norte y la capacidad de saber qué está bien o mal. Por dejarlo claro: acreditar una fuente siempre está bien y no hacerlo siempre está mal.
Yo lo veo así, muy hilado: internet es gratis y perdemos millones de horas de nuestra vida en absurdeces, pero sorprendentemente tenemos una serie de limitaciones absurdas y autoimpuestas.
Igual que hay lectores que piden que les cuenten una noticia para ahorrarse un clic (esa gente existe y hay hasta bots que se dedican a eso), entendiéndose que les interesa lo suficiente una tema como para querer saber de ello pero no para que registren una visita que pueda hacer que ese medio y el periodista que trabajó en ello ganen un cuarto de céntimo, también hay periodistas/medios que van a evitar a toda costa mencionar y/o enlazar a otros por si, qué sé yo, un par de lectores pinchan el enlace y el que dio la primera información se lleva unas migajas de audiencia.
Somos imbéciles, todos.
Porque luego llegan grandes empresas, les dedicamos nuestras horas y días (hola, Meta), convertimos a sus dueños en milmillonarios (hola otra vez, Meta), dejamos que nos roben toda la información que quieran para sus inteligencias artificiales… Pero no, entre nosotros no nos pasemos un pelo.
Dicho esto, hoy me he levantado positiva; creo que aún hay vuelta atrás, aunque sea como querer ponerle puertas al campo: no pido tanto como eso, me vale una vallita linda, algo sencillo… ¿Se podrá? Simplemente, vamos a intentar ser honestos: ¿se lo viste a alguien en Instagram y lo compartiste? Pues dilo. ¿Lo leíste en algún sitio y te pareció buena idea reproducirlo? Da nombres. No pasa nada.
Y porque os he dicho que me habían pasado dos cosas y me falta una por contar, añado… ¿Eres una gran marca y te has inspirado en lo que está haciendo una más pequeña y utilizas su imagen y después haces como que no sabes nada? Ahí, querido supermercado, con lo mucho que deseé que llegases a mi barrio, te has pasado1 .
El tipo de puerta o valla que querría en mi campo.
Mozart in the jungle
El otro día me acordé de una serie que casi no se menciona cuando hablamos de las que nos han hecho sentir bien en los últimos tiempos. Y fíjate que se llevó sus buenos premios y todo y que tenía a Gael García Bernal, que por lo que sea lo sentimos como de la familia, de protagonista.
Mozart in the jungle (Prime Video) creo que fue de las primeras series en las que todo el mundo es bueno. Todos se cuidan, todos se quieren y te hace desear meterte a una orquesta aunque tus nociones de música no vayan más allá de tararear canciones de los Backstreet Boys.
Una canción remember pero nueva
Lo anterior me viene que ni pintado (como si no lo hubiese escrito yo y bien aposta para enlazar con lo que voy a decir ahora) para recomendar el último disco de Prince Royce..
Oye, qué pasa, soy una caja de sorpresas.
El disco recupera canciones míticas, Prince se ha gastado los dineros en comprar derechos, pero por supuesto la que más me ha gustado es ‘I want it that way’… Que me intriga mucho porque a veces no sé si es él o son los BSB, hasta los dejes de Nick Cárter ha calcado al más puro estilo Tu cara me suena.
La mejor forma de salir bien en una foto…
Es haciendo el cuadro por la calle.
Bueno, estoy preparada y es un precio a pagar. Confío en que mi amiga Rosa me acompañe en esto.
Fuet casero
Por favor, catalanes, mirad hacia otro lado porque YO ESTO NO LO SABÍA. Entiendo que es sabiduría popular, que llego tardísimo a esto pero evidentemente me está faltando tiempo para comprar una longaniza y hacerme fuet en el frigorífico. Porque un bocadillo de jamón, sublime, pero ¿uno de fuet? UN SUEÑO.
Cómo reparar uñas rotas
El otro día, en el único grupo de Telegram al que pertenezco (y me sobra, porque se condensa la mayor sabiduría que he conocido jamás), el de Panepanna, me descubrieron algo insólito: las uñas se pueden reparar con papel de cocina o higiénico.
A mí se me descaman y se me doblan así que no soy público objetivo, pero es de las primeras cosas y trucos que me habría encantado compartir con mi madre y ya no puedo, así que espero que aquí ayude a alguien.
Una cerámica pintada pero preciosa
Yo me iba ya, pero es que… Me sigue encantando la cerámica y eso que hace años que no voy a un taller. No se me daba especialmente bien ni modelar ni pintar, pero veo este tipo de cosas y NECESITO volver a intentarlo.
Así que una buena forma es aprender con una maestra: Moniquilla hace un taller este finde en Madrid y la última vez que miré aún quedaban plazas. Me flipa.
Y… Bueno, podría pedirme el día libre o algo por solidaridad, por arroz, por BOMBEROS HACIENDO ARROZ. Esto es mañana en Madrid Río. De nada.
Y hasta aquí esta semana largota a pesar del virus que asola mi casa. Siento muchísimo haber empeorado vuestra salud con el tomate frito de Hacendado la semana pasada pero creo que estamos todas de acuerdo en que merece la pena.
Gracias por los comentarios, los mensajes y por compartir esta newsletter para ver si me hago famosa (o que al menos me enlacen en los temas de El Confidencial cuando me usan como inspiración, lo que parezca más fácil). Sois lo más.
Martescitos del pasado:
Martescito de recomendaciones: Tener un pueblo
Mi pueblo. Ay, mi pueblo. ¿Por qué no puedo tener mi propio pueblo?
Martescito de recomendaciones: El misterio Sarasa
Me han desaparecido unas aceitunas. En honor a la verdad, NOS han desaparecido unas aceitunas. Lo cuento tranquilamente porque yo no era la encargada de su custodia y así es como ver el tema desde la barrera. Cambia mucho la cosa, porque si la culpita fuese toda mía, se sumaría a la larga lista de liadas de Araceli, pero así queda en una divertida y ais…
Y encima he descubierto que su pan de perritos es malísimo. Es una decepción detrás de otra.
Ahora hay un vídeo viral que consiste en decir, con tu pareja delante, “mi actual novio o mi actual novia” y sale la reacción de la pareja. Los que he visto siempre se enfadan jajaja Sin embargo, tú ya lo llevas haciendo mucho tiempo. Creas modas 😂
(Yo creía eso de mí cuando era adolescente y empecé a llevar alpargatas pisadas en la parte de atrás en mi pueblo. Yo las veía en Madrid y allí nadie las llevaba jajaja)
Por cierto, el vídeo de las fotos chulísimo. Me apareció en insta y se lo mandé a mis amigas también porque es genial jajajajaja
Feliz semana!!!❤️
Bicos,
Carmen
Totalmente de acuerdo con la reflexión inicial, qué poco cuesta y qué poco lo hacemos...(Bueno algunos lo hacemos otros no, jajaj). Vengo a aportar información valiosa :) como trabajadora de una Orquesta Sinfónica, te diré que Mozart in the Jungle es una súper serie y se parece mucho al ambiente que hay en una Orquesta. Para todos los que tengan curiosidad de cómo funciona una Orquesta es un buen comienzo. Besos...